El día 1 de Agosto mi compi de batallas, Luis, y yo nos fuimos a Palmaces para realizar la travesía cada uno en una distancia distinta: Luis, los 1500mts y yo, 3000mts.
Después de algo más de una hora de camino en coche, llegamos a Palmaces con un frío (15ºC) poco usual para el calor que ha estado haciendo todo el verano. Cielos nublados que no presagiaban buenos augurios. Recogimos el chip y la camiseta, por cierto, bastante bonita, y corriendo nos fuimos de nuevo al coche para resguardarnos del viento. La organización nos reiteró la prohibición de utilización de neopreno. Lo curioso que a pesar del frío que hacía en el exterior, el agua estaba a una temperatura muy agradable.
Poco a poco fueron llegando todos los nadadores representando a un montón de clubs. Como siempre en estas pruebas hay gente de mucho nivel y otros muchos aficionados que van a realizar por primera vez una travesía. Cada uno con sus propios objetivos.
La prueba empezó con una distancia corta de 800mts en donde participaron un montón de chicos jóvenes que madre mía cómo nadaban. A continuación la prueba de 1500mts donde curiosamente se retiraron bastantes nadadores. Las salidas en todas estas pruebas suelen ser complicadas porque se reciben muchos golpes y a veces resulta hasta complicado respirar por la cercanía de los otros nadadores. Es cuestión de paciencia y calmar la ansiedad inicial ya que después de unos metros cada uno va buscando su hueco.
Pronto me toca a mi, como decía el speaker, la reina de las pruebas. Aunque yo ya había nadado en Iruelas 5500mts, en Palmaces las boyas me parecían estar más lejos. A pesar del frio que hacía fuera, en cuanto empiezo a nadar entro rápidamente en calor. Curiosamente las manos se me iban agarrotando del frío exterior. Hay que pasar tres boyas. La primera siempre parece la más cercana pero la siguiente se hacía muy pero que muy lejos y encima con la corriente en contra. Por fin llego y a partir de ese momento a descontar metros. Tengo la costumbre una vez llegada a la mitad de la carrera contar al revés (descontar) ya que mentalmente se hace más llevadero. En el tramo de vuelta cojo ritmo con otro nadador, vamos mano a mano y así hasta llegar a la orilla donde nos felicitamos los dos.
Una travesía bonita, bien organizada y totalmente recomendable.
Muy bonita travesía pese a las condiciones iniciales del día que nos hicieron pensar en volvernos para Madrid. Menos mal que no lo hicimos porque el día fue redondo: tú fantástica en la prueba de 3.000 y yo terminé mis 1.500 :)
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